La pequeña localidad de Henche, enclavada en el corazón de la Alcarria, en un valle que desciende hacia el río Tajo, dedica sus fiestas patronales en honor a San Bartolomé. Unos festejos que triplican la población en un municipio que si por algo es conocido, entre otras cosas, es por el carácter afable de sus gentes y por el amor que sienten sus vecinos al mundo del vino. De hecho, tal y como ha explicado Angel Cuesta, alcalde de la localidad, a Henares al Día, anualmente el programa festivo de cada año incluye, como no podía ser de otra forma, una cata de los vinos que los propios habitantes de esta localidad alcarreña crían y cuidan con esmero en sus propias bodegas; unos caldos rojos o claretes, mayoritariamente, que han conseguidos de sus viñas, y que, pese a las dificultades actuales, mantienen todavía de generación en generación, por una razón muy simple, la estrecha y sincera vinculación de sus habitantes con la tierra que les vio nacer y con sus tradiciones.
Aunque el paso del tiempo deja huella, son pocas las familias que no guardan relación de una u otra forma con el mundo de las viñas; eso sí, no con fines comerciales sino para su propio consumo, que suelen combinar con unas buenas gachas o migas, y si es menester, con torreznos o jamón de la matanza. Las bodegas de Henche –como dicen algunos- “tienen solera”. Y es precisamente durante eventos como el actual cuando sus habitantes forman un cónclave y degustan en comandita los caldos que da esta tierra alcarreña.
Pero además, el programa de fiestas de esta localidad incluye también otros atractivos pensados para todos los públicos: campeonato de bolos castellanos, baile, y atracciones infantiles, entre ellas, un encierro infantil con carretones, entre otros atractivos.
”Lo cierto es que la crisis no ha afectado al programa festivo de este año. Hemos conseguido un programa similar con el mismo presupuesto, afinando y trabajando para ello”, asegura el regidor, Ángel Cuesta, para quien a todas las actividades lúdicas que incluye las fiestas en Honor de su Patrón hay que contemplar, evidentemente, los distintos actos religiosos. Y para todo aquel que viaje, en fiestas o en cualquier otra época del año a estas tierras, que sepa que va a poder disfrutar de un bello paraje por el que poder realizar rutas de senderismo ya señalizadas, muy agradables tanto desde el punto de vista saludable como para la vista, con campos poblados de romero, tomillo o espliego…; dar agradables paseos al atardecer por lugares como “La Covacha la Mora”, en lo alto del monte, llegando a Solanillos, o acercarse a regocijarse de un baño en la cola del pantano de Entrepeñas, entre otras propuestas.
A Henche han regresado en los últimos años muchos de esos vecinos que en su día apostaron por dejar la huerta, y la agricultura en general, y apostaron por la gran ciudad. Hoy, algunos de ellos, ya jubilados, han regresado a lo que consideran su hogar y viven en paz en este paraje alcarreño, en el que también se puede recrear la vista con monumentos como la ermita de su patrón, San Bartolomé; cerca, la de San Roque, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o el Puente de Medieval, en el Pradillo.
Además, el primer sábado de junio tiene lugar la Romería del Santo, un festejo religioso que congrega a cientos de personas; como también lo hace la Fiesta de los Mayos, que aún conserva una gran tradición.
Pero no cabe duda de que la recuperación de la Fiesta de la Matanza, para primeros de diciembre, supone igualmente un atractivo para los habitantes de esta comarca, que aprovechan para reunirse y degustar los manjares tan aprovechables del cerco, del que, como se suele decir, todo se aprovecha.